La Gran Final de las Series Mundiales de Triatlón se celebra en un territorio con un idioma propio, el gallego, donde es también oficial la lengua castellana o española. Al tratarse de una prueba internacional, estos dos idiomas se complementan con el inglés. Se trata, por tanto, de una prueba trilingüe, lo que simboliza la diversidad cultural y el respeto al territorio que nos acoge.
Tríatlon (gallego), triatlón (español) y triathlon (inglés) son tres palabras clave en este deporte. Cada una de ellas se escribe de forma parecida, pero diferente. Si en gallego se acentúa en la i, en español en la o, y en inglés no lleva acento, pero incorpora una h para formar el fonema th, tan característico de ese idioma.
Esta palabra en las tres lenguas oficiales del campeonato resumen la filosofía integradora y multicultural, que se verá amplificada los días de la competición con la multitud de idiomas y acentos que confluirán en la ciudad. Si el gallego predomina en la comunicación local, el español caracteriza sobre todo los mensajes que salen de la Federación Española de Triatlón y en inglés se promueven mensajes más globales, dirigidos sobre todo a deportistas y personas que les acompañan.
Se habla poco inglés
El castellano es, junto al gallego, de uso común en Pontevedra. Su importancia global como idioma internacional explica que muchas personas residentes en España no utilicen el idioma inglés, algo que puede resultar extraño para quienes proceden de otros países. Esto ocurre especialmente en los territorios menos presionados por el turismo, como es Galicia o en general todo el norte y el centro peninsular excepto en las ciudades más turísticas.
El gallego, idioma propio de Galicia
El idioma gallego es una variante del latín que comparte mucha vida con el portugués, país al que Galicia (nacionalidad histórica a la que pertenece Pontevedra) está muy ligada por vínculos históricos, sociales y humanos. Desde el siglo XV, que quedó anexionada al Reino de España, ambos idiomas fueron distanciándose y ahora se consideran dos idiomas distintos, pero con un tronco lingüístico común.
Durante la Edad Media el gallego fue uno de los grandes idiomas de Europa, lo que atestigua el importante legado literario de esa época.
Cuando Castilla o España empezaron a administrar el antiguo reino de Galicia, utilizaban sólo el castellano en la Administración, la Justicia y la Iglesia, mientras el pueblo hablaba gallego. Durante el siglo XIX esa realidad empezó a cambiar gracias a los movimientos intelectuales que empezaron a luchar contra el ninguneo oficial del idioma gallego.
Tras un período de gloria en el primer tercio del siglo XX, la dictadura franquista prohibió el uso del gallego, que se recuperó legalmente a finales de los años 70.
Hoy tiene categoría oficial y las personas que vienen a Galicia pueden comprobar que su uso es habitual tanto en la administración pública como en numerosos servicios de interés para la ciudadanía.
Cuatro idiomas oficiales
En España existen cuatro idiomas oficiales: el castellano, oficial en todo el territorio; el catalán en Cataluña y, con sus propias variantes en la Comunidad Valenciana y las Illes Balears; el euskera en el País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra y el gallego en Galicia.
Castellano, catalán y gallego proceden del latín, y el euskera es un idioma de origen desconocido —se dice que puede ser el más antiguo de Europa, anterior al latín— que también se utiliza en el País Vasco Francés.
Estos cuatro idiomas se complementan con el portugués, idioma oficial de Portugal, que completa con España la península Ibérica y algunos archipiélagos del Atlántico integrados en la Europa extracontinental.
También existen otros idiomas reconocidos como el bable, en Asturias o el aragonés, en Aragón, además de las numerosas variantes dialectales del español.